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Simplificación del procedimiento de nulidad matrimonial

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Cuando hoy estaba buscando noticias para Infocatólica, he visitado infoCatho, portal católico francés y, oh la lá, me encontré en el apartado de columnas entrevistas el enlace a una entrevista realizada hace casi 10 años por France Catholique a la canonista argentina Nattalia Bottineau. De hecho, estaba por publicar la entrevista en InfoCatólica cuando me di cuenta de que no era actual, sino de hace una década, poco después de que Francisco publicara dos motu proprio para reformar el proceso de las nulidades matrimoniales. Visto lo cual, no era plan de que publicara eso en el portal del que soy redactor jefe, pero nada me impide publicarlo aquí. De hecho, creo que debo hacerlo porque las cosas no pasan porque sí. Esta es la entrevista: ¿Qué publicó el Papa? El papa Francisco publicó, encomendándolas a la Virgen María, el pasado 8 de septiembre, en latín e italiano, dos «cartas» en forma de motu proprio , que simplifican las disposiciones del derecho canónico de las Iglesias orienta...

Corazón a corazón, alma a alma

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Asombrado por la belleza del amanecer de la gracia. Agradecido por poder contemplar la obra de Dios en nuestras vidas. Expectante por ver como el sol sube hasta alcanzar su lugar. Impaciente por caminar a tu lado por el sendero del Señor. Consciente de que sólo Él dirige la orquesta. Sabedor de que sólo somos instrumentos en sus manos. Extasiado por la bella melodía que resuena en nuestras almas. Temeroso de que el sonido celestial se acalle. Ya no sé qué decir, qué hablar o qué callar. Sólo sé que no paro de rezar guiado por la paloma divina. Sólo temo hacer daño a quien no se lo merece. Pero más temo no hacer lo que Dios nos ha mostrado. Y si hacemos lo que Dios quiere, y si cumplimos su voluntad, los corazones se convertirán y muchas almas se salvarán. 🙏❤‍🔥❤‍🔥🙏 Cor ad cor Alma a alma Fiat voluntas tua 🙏❤‍🔥❤‍🔥🙏

Pasión por las almas

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Tras largos años pidiendo al Señor que me diga cómo puedo servirle, que me muestre su voluntad y, tras mucho tiempo sin que yo creyera que estaba recibiendo una respuesta clara, de repente "se hizo la luz". O quizás cabría decir que por fin entendí lo que Dios me ha estado mostrando desde hace cierto tiempo. Al constatar que yo era más bien obtuso a la hora de discernir su voluntad, ha decidido hablarme claro, como pocas veces antes en mi vida. Y además, ha tenido a bien conceder que alguien haya visto el proceso. En las últimas semanas he recordado hechos que me acontecieron siendo evangélico y que ahora cobran sentido. He recuperado la memoria de las veces en que el Señor nos habló a Lidia, mi esposa, y a mí para tomar decisiones fundamentales. Por ejemplo, la decisión del regreso juntos de la mano a la Iglesia; pero muchas otras, algunas que se quedaron sin cumplir porque Dios se la llevó, y ahora me toca retomarlas. He podido oír un consejo pastoral de alguien que fue fun...

Es casi imposible saber

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Cuando el Señor Jesucristo nos enseñó a orar, marcó un orden claro en el proceso. El padrenuestro no es solo un modelo de oración a repetir, sino un modelo que sirve de base para cualquier otra oración. Veamos: - Se empieza reconociendo y alabando a Dios.  - Se pide que venga su reino y que se cumpla su voluntad. - Se piden cosas para nosotros. Entre ellas el perdón, que también debemos ofrecer a quien nos ha causado daño. En realidad, todas las peticiones que hacemos en el padrenuestro son conformes a la voluntad de Dios. Pero, ¿podemos decir lo mismo en las otras ocasiones en que rezamos? Yo confieso que cuando me pongo delante del Señor a pedirle algo que es muy, muy querido para mí, tengo temor. Temor a que su voluntad sea no concederme lo que le pido. Sé por fe que me dará todo lo que sea bueno para mí y mis seres queridos y no aquello que, aunque yo lo desee, no conviene por la razón que sea y que Él sabe. Pero por más que sepa que Dios quiere lo mejor para mí, qué difícil me...

No le caigo bien a la felicidad

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  Cuando estás pasando por momentos depresivos, a veces intentas buscar en la memoria aquellos tiempos en que fuiste más o menos feliz. Es bien jodido cuando encuentras muy pocos. Por ejemplo, de mi etapa como niño recuerdo momentos puntuales, pero no una temporada larga en la que se pudiera decir que era feliz. La enfermedad de mi madre -incluidos sus problemas psiquiátricos- lo llenaba casi todo. En todo caso, y a diferencia de mis tres hijos, no puedo decir que tuviera una infancia mala. Pero a partir de la muerte de mi padre, todo cambió. Yo tenía entonces 16 años. Estoy a punto de cumplir 56. Es decir, han pasado 40. De todos ellos, 30 han sido un infierno. Y de los otros 10, buenos, lo que se dice buenos, apenas tres. El de mi noviazgo fue el primero. Otro fue mi primer año como cristiano evangélico. Era una novedad radicalmente distinta, y luminosa, de lo que había vivido nunca antes. El año del proceso de regreso a la Iglesia Católica también fue sustancios...

Calla, vive y cuando te toque, muere

Ay, ay, ay, Luis. Ni siquiera puedes rebelarte porque no tienes ni valor ni fuerzas. Y, para qué no decirlo, tampoco ganas. Pero al mismo tiempo has renunciado a entender. Ya no quieres saber ni por qué ni para qué. También has renunciado a esperar algo genuinamente bueno.  Es sangrante que te llegue la ilusión de que queda algo por delante que merece realmente la pena y tras un breve tiempo en que la esperanza reina en tu vida, te das de bruces contra la realidad. Y esa realidad es que solo te queda sentarte a esperar en soledad la muerte, que puede llegar pronto o dentro de treinta años. Eso ya da igual. Demasiado bien sabes que en lo que te queda de vida aparecerá de nuevo el dolor, la angustia, la impotencia, la desesperación por no poder hacer nada. ¿Cuándo no ha sido así? ¿Cuándo has tenido un solo lustro seguido de paz, de cierta alegría, de poder disfrutar de lo que acontece en este valle de lágrimas? Has llegado a la conclusión de que vives lo que te mereces, de que este e...

Ya hiede

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  Cuando algo muere, no cambia inmediatamente de aspecto. Durante cierto tiempo se mantiene igual por fuera aunque ya empieza por dentro la descomposición. Según pasan las horas, la muerte empieza a mostrar su verdadero rostro. Lo externo se deteriora y finalmente aparece el mal olor, el moho o los gusanos. Hay quien incluso entonces es capaz de comerse esa basura. La apostasía está hoy ya claramente agusanada. Apesta. Pero es solo la fase final. Tuvo un comienzo, donde la fe fue aniquilada. Luego la liturgia. Por último la moral. Muchos se asombran del mal olor que llena todo el aire espiritual que respiramos porque se negaban a ver y aceptar que el cuerpo estaba muerto. Muchos pretenden que el muerto está todavía vivo. Sí, las puertas del Hades no prevalecerán, pero hay que huir del Hades, de Satanás y sus ministros, esos que se disfrazan como ministros de justicia, esos falsos apóstoles que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Escuchemos la voz del Señor, no de los anticri...